Ahora en el verano apetece refrescarse y a muchos perros les encanta nadar. Lo bueno es que este ejercicio tiene infinitos beneficios para ellos. Hoy os hablamos de la natación y la hidroterapia en perros.
¿Qué es la hidroterapia?
Como su propio nombre indica es un tipo de terapia que se lleva a cabo mediante ejercicios en el agua. Se puede utilizar como apoyo en el tratamiento de ciertas afecciones de las cuales hablaremos más adelante en este post.
La natación también se puede utilizar incluso como método preventivo o para mejorar la condición corporal y la salud de nuestro mejor amigo.
Aunque no todos los perros están dispuestos a meterse en el agua, algunos incluso la tienen miedo, por ello es super importante habituarles de manera progresiva y nunca obligarles forzosamente a meterse en el agua.
¿Qué beneficios tiene para el perro la natación o la hidroterapia?
Ayuda a mantener una condición física óptima.
Es un ejercicio aeróbico de bajo impacto en articulaciones y huesos por lo que viene bien en caso de afecciones musculoesqueléticas:
- Artrosis: aumenta la amplitud de movimiento de las articulaciones, disminuyendo la rigidez y dolores propios de esta dolencia.
- Apoyo en la recuperación quirúrgica (la más común, rotura de ligamento cruzado o hernias discales).
- En casos de pérdida de masa muscular ayuda a tonificar de nuevo los músculos que por desuso hayan sufrido atrofia. El agua es más densa que el aire por lo que opone más resistencia, trabajando la musculatura.
- En casos de problemas neurológicos como parálisis, ayuda a recuperar la marcha y mejorar el movimiento.
También es beneficioso para perder peso en caso de perros con sobrepeso u obesidad, a los cuales no se les puede forzar a realizar ejercicio físico por el impacto del peso sobre sus articulaciones. La flotabilidad del agua elimina la presión que la gravedad ejerce sobre estas.
Mejora la resistencia cardio-respiratoria: Al ser un ejercicio aeróbico con el tiempo mejorará su capacidad respiratoria y cardiovascular aumentando la tolerancia al ejercicio.
Estimulación mental: La natación además ayuda a estimular el cerebro de los perros, sobre todo en aquellos que acaban de descubrir este ejercicio y aún están aprendiendo a ser conscientes de cada uno de sus movimientos en el agua. Jugar a juegos de búsqueda y recuperación de objetos en el agua puede ayudar a proporcionar aún más estimulación.
Diversión: Aparte de todos los beneficios para la salud física y mental que la natación proporciona a los perros, no debemos olvidar el hecho de que la natación es simplemente una actividad divertida para muchos perros.
Diferentes tipos de ejercicios
Natación libre: A muchos perros sanos les encanta nadar, pudiéndoles ver entrar y salir del río, mar, piscina y nadar libremente, trayendo palos, pelotas o simplemente dándose un chapuzón. Este ejercicio es muy beneficioso para mantener una condición física óptima.
Natación terapéutica: Este tipo va más dirigido a perros con dolencias. Las sesiones de hidroterapia pueden realizarse en diferentes tipos de instalaciones, en función de las necesidades de cada perro. Y es recomendable que sean sesiones guiadas por un especialista.
– La más común es la cinta de correr subacuática, la cual se encuentra dentro de un tanque de agua que se llena en función del tamaño del perro, parte del cuerpo a trabajar y de la localización de la lesión, proporciona flotabilidad mientras el perro camina, lo que, como ya hemos hablado, hace que disminuya a la presión en las extremidades y articulaciones.
-Existen los baños de contraste de temperatura para tratar problemas de circulación sanguínea.
Temperatura del agua: Algunos perros pueden necesitar ejercitarse en agua tibia, la cual ayuda a relajar los músculos, algo deseado en períodos de recuperación. El agua fría se usa generalmente más para perros atléticos que entrenan o hacen ejercicio, porque les ayuda a mantener una temperatura corporal adecuada.
La hidroterapia puede usarse tanto en afecciones agudas como crónicas y, dependiendo del estado del animal y de su dolencia, se varía el número de sesiones, la duración y la intensidad de la terapia. La duración del ejercicio necesario en el agua puede ser menor que la duración necesaria para un ejercicio similar en tierra.
¿Todos los perros nadan?
La respuesta a esta pregunta es simple. Todos los perros tienen el instinto de mover las patas e intentar mantenerse a flote y desplazarse. Gracias a sus pulmones, pelaje y capas de grasa subcutánea relativamente grandes, quienes les proporcionan la flotabilidad necesaria, la mayoría son buenos nadadores, pero no todos los perros tienen la misma facilidad para ello. Algunos necesitan ayuda o incluso aprender a nadar, y os vamos a explicar por qué.
Algunas razas como Labrador Retriever, Golden Retriever, Perro de Aguas Español, Weimaraner, Caniche, simplemente aman el agua y son capaces de nadar como si hubieran nacido allí. Aunque esto no significa que a todos los individuos de estas razas les guste nadar.
Hay ciertas características físicas que pueden darnos pistas sobre la capacidad de nado de un perro como, por ejemplo:
RAZAS BRAQUICÉFALAS
Las razas braquicéfalas son aquellos perros que tienen el hocico achatado y corto como Carlinos, Bulldogs, Boxers… Los perros con estas características pueden tener problemas para mantener sus fosas nasales por encima de la superficie, lo que puede hacer que inhalen agua.
PATAS CORTAS
Debido a que los perros dependen de sus patas para impulsarse a través del agua, los que tienen patas relativamente largas se encuentran generalmente entre los nadadores más fuertes. Por el contrario, los que tienen patas cortas (Bulldog, Teckel, Basset hounds, etc) tienen dificultades para avanzar, incluso si flotan bien.
CABEZAS GRANDES
Los bulldogs ingleses y otros perros que tienen cabezas excepcionalmente grandes en relación con sus cuerpos por regla general son malos nadadores. La naturaleza pesada de sus cabezas los obliga a inclinarse hacia atrás mientras nadan, que es una postura mucho menos efectiva que la típica posición horizontal que emplean las razas de natación fuerte.
COLAS CORTAS O EXTREMADAMENTE FINAS
Si bien muchos perros aún pueden nadar a pesar de no tener esencialmente cola, la mayoría de los nadadores más fuertes tienen una cola larga y profunda similar a la de una nutria. Esta forma sirve como un gran timón y ayuda a muchas razas a dirigirse a través del agua.
A falta de esto, algunos perros luchan por mantener un rumbo verdadero, lo que puede hacer que se dirijan a lugares peligrosos.
MUSCULATURA DESARROLLADA
Gran parte de la capacidad de natación de un perro está determinada por su flotabilidad. Los labradores, por ejemplo, tienen hombros relativamente delgados y nadan bien.
Por el contrario, las razas de masa muscular más desarrollada tienen hombros y pechos muy musculados, lo que puede ser un problema, debido a que el músculo pesa más que la grasa. Los perros con estas características a menudo luchan por mantenerse a flote además de tener problemas de equilibrio en el agua.
Riesgos de la natación y la hidroterapia en perros
Hay algunos aspectos a tener en cuenta antes de lanzarse a la piscina, porque todo tiene sus riesgos si no se hacen bien las cosas. Si tu perro va a practicar hidroterapia bajo la supervisión de un profesional confía en él, sin embargo, si es de los que practica natación libre en la naturaleza bajo tu supervisión hay cosas que debes saber.
En perros con ciertas patologías puede estar contraindicado este ejercicio o necesitar su total recuperación antes de practicarla. Algunos ejemplos son:
- Perros con infecciones de oído recurrentes por exceso de humedad en los oídos.
- Aquellos con problemas dermatológicos como infecciones de piel pueden empeorar de su dolencia.
- Infecciones del tracto urinario
- Heridas abiertas o quemaduras.
- En afecciones graves de: riñones, hígado, corazón, respiratorios, de piel, cáncer, etc. no es recomendable realizar esta terapia y es conveniente consultar con tu veterinario.
Cuidado con la fatiga excesiva que puede acabar en ahogamiento en el peor de los casos. Para evitar esto es MUY IMPORTANTE MANTENER AL PERRO BAJO SUPERVISION cuando este dentro del agua y dejarle descansar cuando él lo necesite.
Evitar el estrés: Si se agobian en exceso pueden experimentar un aumento de la frecuencia cardíaca y presión arterial.
Vigilar que los perros no traguen agua en exceso, pues puede producirles intoxicación o aspiración indebida de la misma por el sistema respiratorio.
Ten en cuenta que los cursos de agua naturales como ríos, pantanos, playas, pueden tener corrientes peligrosas. Aunque tu perro nade muy bien puede ser arrastrado por ellas, por lo que es recomendable aplicar accesorios como chaleco salvavidas.
Si tu perro no responde a las órdenes y tiene riesgo de nadar demasiado lejos, puedes utilizar una correa larga para controlarle.
En caso de perritos que no sean buenos nadadores, perros mayores, aquellos que estén en recuperación de alguna lesión, a los que nadar les suponga mucho esfuerzo por falta de costumbre u otros motivos, es recomendable el uso de chaleco salvavidas. Este accesorio les ayudará a flotar mejor, y les proporcionará seguridad en sí mismos para nadar tranquilamente.
Nunca dejes a tu peludo sin supervisión en el agua. Si de primeras no le atrae el agua, nunca le obligues a meterse, positiviza el momento progresivamente animándole en zonas donde él pueda acceder solo (como una rampa u orilla) y siempre proporcionándole seguridad con nosotros cerca. Si aún así no le convence, puede que nuestro perro no esté hecho para está actividad y no pasa nada 🙂